El DĆa Internacional de los Trabajadores encuentra a RepĆŗblica Dominicana con retrasos en decisiones institucionales que lleven a empleadores y asalariados a cumplir mĆ”s favorablemente sus respectivos roles en lo econĆ³mico y social. Existe un dĆ©ficit de normativas que actualicen el CĆ³digo Laboral y de resoluciones que coloquen los salarios mĆnimos en satisfactorio punto de partida para generalizar remuneraciones que se correspondan con el alto costo de la vida y en armonĆa con el gran crecimiento de la economĆa. El 54.1% de los trabajadores del paĆs gana menos de 15 mil pesos mensuales, segĆŗn registro de la Seguridad Social; mientras un diversificado sector privado exhibe fortaleza con incremento de patrimonios y dinĆ”micas actividades industriales y comerciales.
Se logran, como nunca, resultados en notables Ć”reas de negocios. Salta a la vista la falta de correspondencia entre el Ć©xito empresarial y el ingreso insuficiente o estancado de muchos asalariados. La productividad de la mano de obra nacional (hora-hombre) no estĆ” en discusiĆ³n. Es el factor de menor costo en la producciĆ³n. El que facilita preservar rentabilidades o acrecentarlas haciendo que las inversiones arrojen resultados mayores que se reflejan en el auge extraordinario de la actividad bancaria. Existe una deuda social a cuyo pago debe contribuir el Estado con gestiones de arbitraje y toma de decisiones que equilibren la relaciĆ³n obrero-patronal.
Descontroles y precios altos
En RepĆŗblica Dominicana se produce el alimento esencial, nutritivo y accesible que es el huevo, sin partir de realidades ni expectativas de consumo. Por ello se registra una notable sobreoferta en el mercado que obligĆ³ a los granjeros a reducir precios al por mayor… pero no para beneficio del consumidor al que la mayorĆa de los intermediarios sigue vendiendo muy por encima de lo que les cuesta para ganar casi un 100% por unidad.
Un sector activo y desarrollado de la economĆa se sitĆŗa al margen de regulaciones y autoregulaciones que eviten fluctuaciones de los volĆŗmenes que envĆan a los canales de distribuciĆ³n, tomando en cuenta ademĆ”s la declinaciĆ³n de sus exportaciones hacia HaitĆ. Las fuentes alimentarias del paĆs, de estratĆ©gico valor, deben estar protegidas por la planificaciĆ³n.
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