Cáncer de mama es calificado como el impacto emocional tras la mastectomía

Santo Domingo. – El cáncer de mama es una de las patologías más impactantes en la vida de una mujer, no solo por la incertidumbre en cuanto a su manejo y pronóstico, sino también porque esta paciente enfrentará una deformidad corporal que la hará sentirse mutilada.

La consideración es de Julio César Peña Encarnación, jefe de Servicio Cirugía Plástica y Recostructiva, del Instituto de Oncología Dr. Heriberto Pieter, quien asegura que el impacto emocional de la mastectomía es profundo, no solo porque la paciente tiene que lidiar con el estrés de esa enfermedad, sino también porque debe ajustarse a la imagen alterada de su cuerpo por la desaparición de unos de sus senos, que además de ser  el más claro exponente de la anatomía y morfología femenina, es también la representación  de su belleza, sexualidad, maternidad y juventud.
El especialista dice que a lo anterior se une la aceptación o rechazo de su pareja, que en muchos casos conlleva a la finalización de la relación. Sus repercusiones físicas, emocionales, sexuales, de interrelación con familiares y relacionados, podrían ser más grave que la misma enfermedad. Su tratamiento incluye la cirugía, resección parcial o total de la mama, y/o tratamientos coadyuvantes: quimioterapia, radioterapia, soporte o terapia hormonal, etcétera.
Atendiendo a estas condiciones de la mujer, se han creado y se seguirán desarrollando diferentes métodos para la reconstrucción de mama post-mastectomía por cáncer, con tejidos autólogos (propios del paciente) o protésicos (no del paciente), así como diferentes técnicas, a fin de dar una mejor forma a la mama reconstruida.
William Halsted fue el primer cirujano que realizó en 1889, una mastectomía radical. Él consideraba que la reconstrucción de la mama violaba el control local de la enfermedad y que dicha reconstrucción podría esconder una posible recidiva local o modificar adversamente la evolución de la enfermedad.
Desde hace tiempo, el tratamiento aplicado al cáncer de mamas era la mastectomía con sus variantes. En la actualidad ese concepto de extirpar la mama ha variado y es a partir de los estudios del doctor Richardson Fisher, médico canadiense, que se demostró que el cáncer de mama “es una enfermedad local de una enfermedad sistémica”, dando como resultado la cirugía minimamente invasiva, al igual que en otras áreas quirúrgicas, es decir no sacrificar grandes volúmenes del tejido mamario a cambio de mutilación o deformidad, es la cirugía conservadora con control local de la enfermedad.
Con el advenimiento de la cirugía conservadora de mama, cada día es menos necesaria la mastectomía tradicional o convencional, ya que gran porcentaje de las mastectomías dejan problemas estéticos serios que facilitan el recuerdo de la enfermedad, sin contar con los efectos emocionales colaterales que acarrean la mismas en la apariencia femenina de la mujer.
Con la integración de la oncología y la cirugía reconstructiva: la oncoplastía, se integran los principios oncológicos quirúrgicos con los principios reconstructivos en cirugía plástica, a fin de lograr preservación de tejido y la reconstrucción inmediata a cambio de mantener la forma y parecido a la mama contralateral y, por ende, la estética; de ahí la importancia de la participación del cirujano plástico como ente del equipo multidisciplinario, para evitar o disminuir las consecuencias psicológicas que acarrea la mutilación de una mama para una mujer.

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