El gran reto del sector eléctrico nacional no es la generación. Para el ministro de Energía y Minas, Antonio Almonte, lo más lamentable es la distribución, ya que todo lo que se dice sobre la crisis financiera del sector y la mala calidad de los servicios tiene que ver con las empresas distribuidoras.
Según Almonte, quien participó en el Desayuno del Listín, la inversión de las tres empresas de distribución eléctrica estaba abandonada, incluyendo que las compras que se hacían en la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (Edeeste) revelaban un “secuestro” de esta entidad.
Estas informaciones dadas por Almonte ya están siendo investigadas por una firma auditora, pero mientras tanto él explica a Listín Diario en qué consistía la trama del “pulpo con dos cabezas” de las distribuidoras.
Almonte señala que a la segunda cabeza del “pulpo” le llamaban “el gigante asiático” y este tenía seis empresas que también participaban en una misma licitación.
“El tema es que eran dos cabezas vinculadas a una misma familia y el administrador de Edeeste formaba parte de ese entramado”, comenta Almonte en el Desayuno del Listín, donde también participaron el presidente de Editora Listín, Manuel Corripio; el vicepresidente, Héctor José Rizek; el director del medio, Miguel Franjul; el subdirector, Fabio Cabral; así como Rafael Gómez, viceministro de Energía y Minas, y Javier Tejada, asesor financiero del Grupo Rizek.
Este entramado, de acuerdo con las declaraciones del funcionario, han generado que las redes de transmisión de baja y mediana tensión sean en la actualidad un desastre.
Sin ofrecer el nombre de la empresa distribuidora, el titular de Energía y Minas destaca que hay una de ellas que según el registro encontrado había comprado 700,000 medidores en los últimos ocho años y esa compañía solo tiene 575,000 clientes formalmente conectados a la red con medidores, por lo que los otros 125,000 no se saben dónde están.
“Entonces esos transformadores que están sobrecargados se disparan todos los días y usted tiene apagones hasta de nueve horas en Miches, en Capotillo, en Los Mina, en La Caleta, en La Romana y en toda el área de concesión (…) Aquí no hay apagones por falta de generación, es por las malas condiciones de las redes”, lamenta el ministro.
Almonte aclara que esta situación ocurre en las tres distribuidoras, pero las más afectadas han sido Edesur y Edeeste, siendo esta última “la cenicienta”, pues entregó al nuevo Gobierno pérdidas de hasta 50%, agregando que esto nunca se había visto en una empresa de este tipo en el país.
“Eso es un escándalo en cualquier lugar del mundo. Eso significa un abandono completo porque las pérdidas significan insuficientes medidores y una insuficiente gestión humana y gerencial para la facturación y el cobro”, precisó.
Explica que posiblemente los que gestionaban las distribuidoras eran personas de mucha influencia y poder político, por lo que ellos siempre tenían para el pago de la nómina, los contratistas y los subcontratistas y hasta para construir edificios de lujo como el que se levanta en Gascue de Edeeste. El titular de Energía y Minas sostiene que este tema revela los daños que reciben el erario y las finanzas cuando el poder político se involucra en negocios con empresas del Estado.
El funcionario atribuye esto a que del país estas empresas son las que poseen el número más elevado de empleados por cada cliente.
Menciona también la calidad de las contrataciones como otra causa del problema, debido a que es mucho el subsidio que se le ha dado a las distribuidoras, pero la calidad del gasto no era la más eficiente porque las licitaciones las ganaban los dueños de empresas que están vinculadas al poder político.
Almonte aclara que esto dependerá del inicio de un plan de expansión y transmisión porque el sistema de transmisión está “casi agotado”, por lo que ya se ubicó el financiamiento para la expansión de unas nuevas líneas de transmisión, proyecto que iniciará pronto. “Se trata de una licitación para la construcción de nueva energía y potencia basada en una planta que construirán empresas privadas mediante una licitación pública internacional competitiva. No se puede hacer una expansión de gas natural si no está asegurada la expansión de la línea de transmisión”, subraya el funcionario.
Para la ejecución de la planta se ha definido el área de Manzanillo en Montecristi porque es ideal para esta construcción y la generación la costa este y sur del país no se puede sobrecargar más.
“Ya tenemos que colocar planta de generación en el Gran Cibao para que pueda llegar de calidad, con suficiencia, y con redes de transmisión de corto kilometraje a los principales centros de producción económica del Cibao. Eso va a tener un impacto trascendente en la expansión de la economía de esa región”, valora Almonte.
Añade que el Gobierno dominicano va a llamar a licitación, pondrá los términos y condiciones de la construcción, va a ser una licitación pública internacional con los mismos derechos para todos y se escogerá la empresa en función de los términos que convengan al país en cuanto a precio, calidad tecnológica de los equipos a instalar, aspectos ambientales, entre otros.
Almonte indica que las energías renovables pueden llegar a ser parte importante de la generación de electricidad en el país, pero no en la actualidad pues una parte importante de ello significa que puedan llegar a tener 20 o 25% de la generación efectiva, no de la capacitación instalada.
República Dominicana tiene 11% de capacidad instalada por las energías renovables, pero la generación es de apenas un 7%.
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