¿QuiĆ©n “corta el bacalao”? ¿QuiĆ©n ejerce poder real? Hay quienes piensan que esa es funciĆ³n del Jefe de Estado, pero no siempre es asĆ. En paĆses colonizados mandan los Trump y Pompeo, y los Biden y Blinken. Pero ahora no me refiero al poder supremo, sino al rĆ©gimen colonizado y su poder ejecutivo. ¿QuiĆ©n entre su membrecĆa “corta el bacalao”?
Hay quienes aseguran que en esta colonia manda el Presidente como gobernador de ricos predios imperiales, o como gerente del patrimonio usurpado, administrador de activos del Estado, de sus bienes y propiedades, puertos y aeropuertos, fuentes de energĆa, autovĆas y playas. Entienden que eso es lo lĆ³gico y ciertamente tiene lĆ³gica. Pero pasa que en estos paisajes no siempre la lĆ³gica funciona.
Sobre todo cuando en un gobierno de multimillonarios, con fuerte impronta privatizadora, el presidente resulta ser un multimillonario con menor rango que aquellos que previamente han ejercido roles de primeros socios del Imperio, de subalternos de mayor rango y propietarios de poderoso grupo empresarial cuasi dueƱo del paĆs; disponiendo, en consecuencia, de inmenso poder de compra e inversiĆ³n en el mercado polĆtico-electoral.
Entonces, camaradas, la lĆ³gica jerĆ”rquica se va al carajo y comienzan a producirse mutaciones extraƱas. Un prominente representante de ese emporio privado pasa a ejercer la polĆtica al mĆ”s alto nivel, y sin ningĆŗn mĆ©rito acumulado, es nombrado jefe supremo del gabinete electoral de un empresario metido a polĆtico y a candidato presidencial, para convertirse luego en Ministro de la Presidencia; una especie de Primer Ministro del gabinete gubernamental, con mĆŗltiples y sensibles funciones de Estado.
Ese paso -mediado por una gran inversiĆ³n en el mercado electoral, en un partido convertido en compaƱĆa por acciones, y en un candidato presto a ser su gerente- posibilitĆ³ convertir esa trilogĆa en instrumentos de nuevas alianzas polĆtico-econĆ³micas de carĆ”cter pĆŗblico-privadas; lo que implicĆ³ un paso audaz hacia la privatizaciones de las funciones de Gobierno y Estado, camino a privatizar lo que queda del patrimonio pĆŗblico y natural de la NaciĆ³n.
Eso explica que el Premier sea encargado de la venta de activos del Estado a su propio grupo econĆ³mico y a otros parecidos (los de mayor poder de compra del paĆs y mĆ”s prĆ³ximos al concĆ³n del Imperio); explica que a la vez se le otorgue mucho poder en la creaciĆ³n de las APPs y se le escoja para definir las contrataciones con los abogados nombrados para recuperar recursos multimillonarios robados al Estado. Entonces, estĆ” clarito, que ese personaje es quien “corta el bacalao”, mientras el otro disfruta de costosos figureos teatrales y mediocres espectĆ”culos televisivos.
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