Tiempo de relevos en el periodismo

 



 

Una nueva ge­neraciĆ³n de lĆ­deres co­lumbra en el horizonte de los mĆ”s importantes me­dios del mundo, en la me­dida en que los formatos digitales aceleran la trans­formaciĆ³n del periodismo y abren paso a otros mo­delos de comunicaciĆ³n masiva.

EmblemĆ”ticos directores de diarios tradicionales como Marty Baron, del The Washington Post; y Ro­berto Pombo, de El Tiem­po de Colombia, siguiendo la saga de otros notables lĆ­deres del periodismo es­paƱol, dejan sus puestos en la misma cima del Ć©xito para dar paso a las nuevas generaciones.

Previsiblemente ocurri­rĆ” lo mismo este aƱo con Dean Baquet, del The New York Times; y pronto el de Los Ɓngeles Times, Nor­man Pearlstine, dejarĆ” el puesto a su sucesor, de la misma manera en que lo harĆ”n, antes de que fina­lice el 2021, Jeff Zukker, presidente de la cadena televisiva CNN y James Goldston, de ABC News.

Lo llamativo es que es­tas renuncias se produ­cen de manera volunta­ria justo en el momento en que esas cabeceras im­presas o icĆ³nicas de la televisiĆ³n muestran im­presionantes logros de audiencia y de ingresos para asegurarse una sos­tenibilidad de largo pla­zo. Los que se retiran lle­van sobre sus hombros los mĆ©ritos de haber im­pulsado los procesos in­ternos de transformaciĆ³n digital que hoy se tienen como referentes de peso a la hora de replicarlos en otras partes del mundo.

Una particularidad dig­na de tomar en cuenta es que estos lĆ­deres asu­mieron sus responsabi­lidades en momentos en que sus medios lucĆ­an alicaĆ­dos, afrontando las tendencias debilitadoras del modelo tradicional, y los revivieron y posiciona­ron envidiablemente al dĆ­a de hoy.

En lugar de regodear­se con sus impresionantes Ć©xitos, estos lĆ­deres estĆ”n dando un ejemplo a aque­llos ejecutivos reacios al cambio.

EstĆ”n traspasando humil­de y gallardamente el ti­mĆ³n de mando y las estra­tegias a la nueva sangre del periodismo, la que hoy ha­ce galas de capacidad mul­timediĆ”tica para sintonizar­se con los nuevos tiempos, tanto como aquellos lo de­mostraron en su debido momento.

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